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¿Te reconoces en alguno de estos guiones disfuncionales en el amor? ¡Ponte a prueba!

PSICOLOGA PALMA

Todos tendemos a comportarnos de una manera en relación a nuestra pareja o al objeto de nuestro amor, pero, ¿tenemos buenos resultados? Cuando la respuesta es NO debemos reflexionar sobre si nuestra conducta es en parte responsable de lo que posteriormente ocurre en nuestra relación.
Os expongo unos cuantos guiones que las mujeres solemos replicar con las mejores intenciones y que nos llevan al peor de los infiernos:

La mujer ejecutiva. Estas mujeres son muy eficaces y resolutivas. Autónomas, brillantes y sobre todo, muy exitosas en su trabajo. Muchas veces ocupan en consecuencia altos cargos y están muy acostumbradas a mandar y a dirigir equipos y personas. En el trabajo este comportamiento es altamente productivo, pero ¿y en el amor? En el amor suele tener efectos desastrosos. Inevitablemente estas mujeres trasladan su rol a casa y se encargan de la toma de decisiones, de gestionar el dinero, de organizar todo… arrancándole al hombre todas sus responsabilidades. Esta situación puede generar o bien que él deje inmediatamente de luchar, sintiéndose un perdedor antes de combatir, o bien puede precipitar una lucha, una competición que acaba con la victoria de ella y la huida de él, puesto que se siente capado y humillado, sometido a una relación en la cual no siente que lleve los pantalones. El efecto es el abandono para buscar otra mujer que les haga sentir bien.

La fiel amante. Estas mujeres se agotan buscando al hombre perfecto y cuando lo encuentran, este tiene familia. Ellas se muestran comprensivas y tolerantes, flexibles y sobre todo, muy pacientes. Son independientes y hacen su vida paralelamente a la espera de que su príncipe azul decida un día fugarse con ellas. Esperan a que deje a su mujer, a que los niños crezcan, a que sea el momento… y en la espera se van apagando, como una bella flor que en la espera de ser regada, se va marchitando hasta morir desecada. Claramente estos hombres lo tienen todo, gracias a la interminable paciencia de sus amantes, por lo que… ¿por que querrían cambiar de situación ? La lenta agonía está escrita.

PSICOLOGA PALMA

La enfermera. Estas mujeres encuentran a un cachorrillo abandonado, triste solo y mojado. Hombres heridos, que acaban de salir de una relación  dolorosa, con historias de hijos que no puede ver, de dramas aun por gestionar. Ellas no esperan que la herida se cure de forma natural transformandose en una bonita (y funcional)  cicatriz sino que se toman en primera persona la responsabilidad de cuidarlos, de mimarlos para que la recuperación  sea mas rápida y efectiva. Nada mas lejos de la realidad. No importa si el no puede amarla, si está desilusionado o roto, si no puede implicarse… ellas, como buenas enfermeras tragan con todo con tal de cerrar la herida. Así él no logra curarse para darle a ella lo que se merece porque los cuidados que ella le da impiden en realidad la cicatrización. La sobreprotección le hace incapaz de afrontar lo vivido y lo que queda por vivir. Finalmente o él se acostumbra a la falta de responsabilidades y a no cuidar de ella ya que ella ha aceptado esta situación de madre y él es feliz en su eterna adolescencia, o bien él acaba recuperándose y la abandona porque le recuerda a aquella época triste en la cual estaba hundido y frágil.

Las trampas en el amor son difíciles de ver y es muy fácil caer en ellas ya que tienen el efecto contradiccion. Al principio nos sentimos reforzadas en nuestras acciones porque obtenemos beneficios a corto plazo. Sin embargo poco a poco van surgiendo los efectos secundarios, en donde suele ser peor el remedio que la enfermedad, manteniéndonos atrapadas en un círculo vicioso que nos absorbe y frustra por igual y del cual no conseguimos salir indemnes.

PSICOLOGA PALMA

Ángela Gual.

 

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