La seducción Femenina es un arte, un Emocionante juego en el cual La mujer se muestra como un ser misterioso Y enigmático que trata de captar la atención de alguien, su interés, su curiosidad hacia ella. Un baile que se transforma en hipnosis, como cuando nos quedamos fascinados mirando el fuego arder o la llama contonearse al son del aire.
El deseo es una energía voluble y difícil de manejar al antojo del capricho personal. Sin embargo existen determinados movimientos, sutiles, casi invisibles, que generan en nuestro objetivo el encendido de un deseo hacia nosotras, la incitación hacia un antojo, la emergencia de un anhelo, un apetito nuevo que descubren sorprendidos de sentir esa atracción sin haberla previsto.
Para profundizar en este arte lo primero que deberíamos saber es como lo entorpecemos. Por lo tanto debemos hacer una parada obligatoria en los principales errores que cometemos a la hora de buscar la chispa de la pasión:
– La declaración verbal del deseo. De siempre es sabido que una mirada, una caricia, un suspiro, dicen mas que mil palabras. En el arte de la seducción no es diferente. Existe una idea generalizada de que las cosas deben ser dichas. Sin embargo este juicio solo vale para los conceptos cognitivos y no para el manejo de las emociones. Hablar de las emociones que sentimos rompe la magia del momento para convertir un precioso jardin en un laboratorioEsteril, en la búsqueda de seguridad y reaseguraciones.
– Adular a nuestro acompañante. Si bien es hermoso alagar a la persona que nos gusta, en este caso podríamos decir que un medicamento terapéutico en pequeñas dosis se convierte en veneno en grandes cantidades. La dosis adecuada en este caso debe ser sutil y medida o de lo contrario nos arriesgamos a la sobredosis con la consecuente muerte del deseo. Una persona que es venerada en exceso se coloca en una posición superior, lo cual nos deja en una mala situación, desvalorizada. Y quien quiere estar con alguien que es menos que nosotros? Los dioses no se mezclan con el pueblo.
– Ceder o concederse fácilmente. Todos sabemos que lo que mucho cuesta Conseguir es mas valioso, mas placentero y por lo tanto, mas difícil renuncia a ello una vez logrado. En cambio lo fácil no supone un reto, un desafío. No tiene valor lo que puedo recoger del suelo con un simple gesto, en cambio, lo que requiere de un gran esfuerzo, una lucha contra los elementos, es digno de admiración y deseo.
-Un ultimo error en el arte de la seducción es el estar muy encima, pendiente, organizando todo, encargándose de estirar del carro incansablemente. En este juego de generar atracciones, el antimorbo por excelencia es encontrar una madre complaciente cuando estas buscando una presa escurridiza. El rol del macho cazador esta en los genes del hombre y robárselo de un plumazo puede tener efectos devastadores en su libido. Como un cachorro de felino es decididamente atraído por la huida de un ratón, e inevitablemente tiene que correr hacia él sin ninguna posible contención, el dárselo en bandeja, cocinado y troceado provocara en él un rechazo inmediato.
Esta claro que no hay una fórmula rígida para seducir sino que con cada persona, según su forma de ser, sus intereses y su personalidad, casa mas un tipo de maniobra u otro. Lo que si es muy cierto es que la seducción es disfuncional cuando no logramos seducir al otro y el máximo error es mantener nuestro guión, es decir, hacer más de lo mismo mientras seguimos inevitablemente obteniendo los mismos resultados hasta la eternidad. Seria como si un actor se comportara de la misma manera tanto en una comedia como en una tragedia y esperara buenos resultados en ambos escenarios.
La adaptación y la flexibilidad son las claves para ajustar el tiro hacia nuestros objetivos.
Ángela Gual