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Hablamos de la HiperSexualización de las niñas en el Programa «5Dies» de IB3TV con la Psicóloga Ángela Gual

 

Para ver la entrevista entera pincha AQUÍ.

Esta semana ha sido noticia el tuit de una madre que ha colgado la foto del regalo que le acababan de hacer a su hija de 7 años. Un bañador con relleno en el pecho, de talla 5-6 años.  El tuit no ha tardado en generar, en pocas horas, hasta 15.000 reacciones, la mayoría de indignación por la sexualización de las niñas, aunque también de alguna madre a la que le parece muy mono el conjunto.

Lo que está claro es que si hay oferta es porque hay demanda, y vaya si la hay.

Hablemos un poco más a fondo de todo esto. ¿Qué es la sexualización de la infancia? digamos que la sexualización es la valoración que hace una mujer de sí misma en referencia a su cuerpo, a su físico a nivel de exposición al mundo. Es cómo se muestra, como se vende en términos de objeto sexual.

Digamos que la sexualización es un fenómeno más del conjunto de actitudes comportamentales de las personas adultas para relacionarse entre ellas y con el mundo. Hasta aquí todo perfecto y necesario.  El problema viene cuando este tipo de comportamiento y actitudes, es decir, las que tienen que ver con el comportamiento de exposición más carnal, sexual y de contenido erótico, que se maneja con claros objetivos entre los adultos, empieza a filtrarse entre la población más joven, más ingenua y desprotegida.

PSICOLOGA PALMA DE MALLORCA

Por un lado no podemos obviar que vivimos en una Sociedad globalizada y consumista. Dos elementos tan frívolos como despiadados que ejercen su presión hacia los más jóvenes para proyectar sobre ellos necesidades cada vez más precoces. Ellos y ellas se dan perfecta cuenta de que si llevan según que ropa, o hacen según que gestos, se maquillan ellas, llevan escotes, tacones, bailan de según qué manera o hablan según cómo, llaman más la atención, son más el foco, quizás obtienen ventajas, despiertan el interés ajeno, son observadas, atendidas, cortejadas…

Y bien sabemos que los niños necesitan de la atención como los peces del agua. Sin embargo, ellos no conocen todos los entresijos que secundan la vida adulta y sus oscuridades, cómo manejamos nuestros intereses y los egoísmos que hay tras ellos. Lo que sí sabemos es que NO tienen la capacidad para hacerles frente de forma óptima.

Permitir a los niños hipersexualizarse, exponerse y extralimitarse, para después romperlos, ya que no sabrán recomponerse, es una negligencia que puede verse venir desde cualquier ángulo. No solo es inmoral y sucio por parte de buitres y hienas sino que es irresponsable y extremadamente imprudente por parte de los padres y tutores, que deben velar por los menores.

Cuando vemos una niña pequeña en tacones, maquillada como una puerta y vestida como una cabaretera y pensamos “pero qué graciosa va”, con su liga en la pierna, su lunar en la cara, sus labios pintados y su escote, ahh y por lo visto, lo último en tendencia, su relleno en el escote también,  tendríamos que valorar quién se le va a acercar y qué le van a decir, qué le van a hacer sentir y qué va a aprender ella de todo esto. Al final, a veces, parece que somos las madres más ingenuas que las niñas.

 

Ángela Gual.

 

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