En estos tiempos modernos, en donde la familia protege sobremanera a su prole, los niños no sienten la necesidad de crecer, manteniéndose en una eterna adolescencia, repleta de diversión y superficialidad en detrimento del trabajo duro y la responsabilidad, elementos mucho más aburridos y sacrificados.
Los padres de hoy sostienen a mocosos caprichosos y déspotas, niños egocéntricos que en realidad esconden, gracias a esa excesiva sobreprotección familiar, el temor a no sentirse capaces de afrontar la vida con sus dificultades y conflictos. Estos chicos huyen de lo negativo por no querer enfrentarse a la oscuridad que produce y perdiéndose en consecuencia los aprendizajes que conlleva afrontar los problemas de la vida.
El joven Peter Pan es un niño con edad de adulto. Ama la vida ligera, sentirse protagonista y ser adulado mientras evita a toda costa comprometerse con sus presuntas responsabilidades.
En el amor busca mujeres agradables y atentas que le hagan de madre , que le aporten todo sin pretender recibir mucho, dado que nuestros Panes no están por la labor de cuidar a nadie que no sea a sí mismos.
Estos niños encerrados en cuerpos adultos suelen protegerse de la adultez en un rol de «víctimas del pasado» dando la culpa de sus incapacidades a sus padres hiperprotectores, pero no deseando lo más mínimo poner remedio a esta situación ya que para ellos, en realidad, es ideal; todo el placer es exigido como merecido sin la necesidad de ningún pago.
Para poder ayudar a estos adolescentes a hacer el tránsito a la vida adulta el primer paso es empujarles a darse cuenta de que mantener la misma visión del mundo de cuando tenían 12 años no es tan funcional como pueda parecer. Es decir, han de ser conscientes de que esta actitud infantil ante la vida es un problema a la hora de afrontar los retos del futuro, y que es esta misma actitud la que luego los paraliza ante la necesidad de tomar una postura de fuerza, la cual no se sienten capaces de abordar. La reestructuración pasa por el hacerles sentir que la debilidad y a incapacidad que sienten es el fruto proporcional a la aviación que eligen hacer de los retos que la vida es presenta, y que manteniendo esta actitud, su debilidad y su sensación de falta de capacidad solo pueden ir en aumento, haciéndolos cada vez más incapaces y débiles.
Cuando han comprendido la necesidad de maduración, una manera de ayudarles a avanzar es favoreciendo por ejemplo un espacio para drenar las emociones negativas, tan evitadas hasta ahora. De esta manera podrá elaborar las experiencias negativas no afrontadas.
Otra manera de evolucionar hacia la toma de decisiones y a responsabilización de los propios actos es aceptar correr el riesgo y asumir pequeños retos, pequeños compromisos que le llevarán a exponerse de forma gradual y a conseguir una mayor sensación e capacidad de elección y de acción.
Así, poco a poco, nuestro eterno adolescente irá conquistando la sensación de autoestima con la que avanzará en una maduración que le llevará a coger las riendas de su vida y a asumir todos los compromisos que le requieren para convertirse en el adulto que en el fondo siempre quiso ser y nunca se atrevió.
Ángela Gual.