La adicción a las drogas es un mal social que en muchas ocasiones puede provocar problemas de toda índole, desde afectivos hasta laborales, educativos o económicos. La relación entre adolescencia y drogas es realmente delicada. No en vano, podemos afirmar que se trata de una franja de edad realmente conflictiva.
Según los datos oficiales, el 78% de los españoles mayores de 15 años consumen alcohol y un 11% cannabis. Considerar el alcohol como una droga, al nivel de otras como el hachís o la cocaína, es todavía difícil a día de hoy. Sin embargo, estamos ante una de las sustancias que más problemas genera en nuestra sociedad actual.
A su lado, el cannabis es otra de las drogas más consumidas en nuestro país, sobre todo en la adolescencia. Además, otro factor negativo a tener en cuenta es que su consumo se está normalizando poco a poco, restándole importancia. Un asunto que debería preocupar.
En las llamadas “drogas duras”, la cocaína impera por encima del resto. Se estima que, en esta relación entre adolescencia y drogas, alrededor de un 2,2% de los españoles está familiarizado con su consumo.
¿Es posible salir de la droga?
La respuesta es sí. Es posible, aunque para nada es algo sencillo. Se trata de un camino largo y que requiere la ayuda y participación de la familia, amigos y profesionales expertos en este campo.
Es importante ser conscientes que las drogas terminan por afectar a diferentes ámbitos de nuestra vida, aunque no todas lo hacen al mismo tiempo. Así, se pueden ver dañadas nuestras relaciones personales con pareja y amigos, familiares, nuestro entorno laboral y, por supuesto, el económico.
En este punto, para poder salir de la droga, una persona ha de ser consciente que tiene un problema de adicción. Una persona solamente es consciente de ello cuando se ve afectado profundamente, de manera que no puede llevar una vida normal. La mayoría de las personas que solicitan ayuda para terminar con su adicción, lo hacen en este punto.
¿Existe una droga más adictiva en la adolescencia?
La respuesta es que no existe una droga más adictiva que otra, sino una que hace que el organismo de una persona responda de cierta manera. Así, la cocaína puede “activar” a una persona tímida o introvertida, convirtiéndola en extrovertida. O el cannabis puede evadir de la realidad a personas que estén demasiado agobiadas. Es importante tener presente que cada persona responde a unas necesidades y cada droga encaja mejor o peor.
Las drogas no solo tienen un efecto nocivo y perjudicial a nivel físico en la adolescencia, sino que a nivel psicológico también muestran consecuencias negativas. Los principales efectos tienen que ver con la esquizofrenia, manía persecutoria, trastornos obsesivos… Y, por supuesto, ansiedad, depresión y toda clase de fobias. En lo que respecta a los adolescentes, la esquizofrenia puede señalarse como el principal problema que tiene que ver con el consumo y el abuso de drogas.