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¿Cambios de humor repentino? El maldito síndrome menstrual. Cómo controlarlo.

ciclo mesntrual

Del cielo al suelo en cuestión de segundos. Estoy bien, me siento feliz, que bonita mañana, en marcha… ¿me estás mirando mal? ¿Qué no he limpiado mi taza? ¿Qué problema tienes? ¿Por qué me molestas? Uff que bajón, ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Me siento fatal, tengo ganas de no hacer nada, mejor de llorar… uy que se me pasa… ¿vamos a pasear al parque?? Tengo ganas de comer algo bueno, seguro que por allí venden algo… o mejor, algo guarro, mmm no se que elegir, que rico todo, aunque me duele la barriga, los pechos, las piernas… uff me duele todo, estoy hinchada, mejor no como…mejor no salgo… que asco… que mal humor, maldita sea! No me aguanto ni yo!

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En fin, ¿a que mujer no le pasa algo similar de vez en cuando?, o ¿quizás, una vez al mes? Qué horror… ¿y esto es incontrolable?

Respiremos un poco más tranquilas ya que existen acciones y nociones que podemos poner en práctica para tratar de controlar los cambios hormonales que transcurren a lo largo de nuestro ciclo menstrual o mejor dicho, las emociones consecuentes de estos cambios.

El ciclo menstrual nos proporciona las condiciones adecuadas para poder concebir. El cuerpo necesita de una preparación delicada y precisa para poder engendrar un nuevo ser y por ello, todo el sistema de hormonas se pone en marcha cada mes y de forma ininterrumpida para gestionar la creación y salida de óvulos desde nuestros ovarios, la preparación de la implantación uterina, el deseo sexual para poner en marcha la procreación, la preparación de los pechos, del sistema vascular nuevo etc..

Para el mantenimiento de este equilibrio, es preciso de la liberación controlada y cíclica de ciertas hormonas que inevitablemente afectan a nuestro estado anímico. La pérdida de sangre y los dolores propios de la dilatación de tejidos en pechos y útero, para retener líquido así como el aumento en la densidad sanguínea tienen también su afectación en las sensaciones físicas y emocionales. La retención de líquidos ayuda a mantener el equilibrio hidroelectrolítico durante las pérdidas, y el aumento de densidad, ayuda a que no nos desangremos durante el ciclo. Esa retención también provoca edema cerebral, con las consecuentes cefaleas o dolores de cabeza, entre otros muchos síntomas como pesadez de piernas, varices, hinchazón abdominal…

Quizás los chicos, después de leer este pequeño extracto podáis entender un poco más “nuestros días” y ser más comprensivos ya que es un acontecimiento muy real, que no podemos elegir.

psicologa palma

¿Qué puedo hacer yo para controlar mejor mis síntomas?

Beber mucha agua. El cuerpo retiene líquidos para contrarrestar las pérdidas. Si bebemos mucho, el cuerpo interpreta que no necesita guardar tanto porque “hay muchas entradas”. También debemos evitar tomar sal, especialmente en estos días ya que aumenta mucho las retenciones de líquidos en los tejidos.

-Hacer ejercicio de forma moderada, no tanto en los días de regla sino en el resto del mes. Ayuda a tener a raya a las hormonas y a que se liberen de forma gradual, reduciendo las alteraciones de la libido sexual y mejorando la estabilidad y sensación de bienestar.

Una alimentación lo más libre de hormonas posible. Muchas carnes y embutidos, por ejemplo, contienen muchas hormonas como la progesterona, que modifican nuestro ciclo, produciéndonos más altibajos, aumento de flujo vaginal y retenciones, lo que se traduce en más molestias y labilidad emocional.

-Reducir el estés, especialmente en los días previos al periodo, nos ayudará a recibir los cambios hormonales inevitables con mayor tranquilidad. Tener un poco de paciencia y tratar de relajarse siempre jugará en nuestro beneficio, ya que en esta fase del ciclo, los tejidos se tensan para poder expulsar el revestimiento endometrial no usado. Usar bolsas de agua caliente de forma local, y tomar antiinflamatorios (mejor naturales que químicos, como infusión de manzanilla), favorecerán la relajación muscular y aliviarán el dolor.

Sentir la comprensión y atención por parte de nuestros seres queridos nos confortará en estos días en los que nos sentimos más frágiles de lo normal. Eso si, hay que evitar el abuso de demandas ya que los sacos, cuando se llenan demasiado, acaban por romperse.

Poned en práctica estos consejos y sentiréis los cambios en poco tiempo. Todos saldremos beneficiados ya que no estamos solos sino que formamos, como una pieza de puzzle en un gran mural, parte de un todo al que completamos. ¡Adelante!

psicologa palma de mallorca

Ángela Gual.